Las tejedoras de Destinos (Las tejedoras de Destinos 1) por Gennifer Albin
Inútil. Torpe. Las demás chicas lo susurran a sus espaldas. Pero la
joven de dieciséis años Adelice Lewys tiene un secreto: sus errores son
intencionados.
Dotada de una habilidad fuera de lo común para tejer el tiempo, Adelice
es exactamente lo que la Corporación está buscando, y en Arras ser
elegida tejedora es lo máximo a lo que una joven puede aspirar. Ser
hilandera significa privilegios, riqueza y belleza eterna. Pero no solo
eso, también significa tener la facultad de bordar la esencia de la
vida. Pero para ello hay que pagar un precio que Adelice no está
dispuesta a asumir, puesto que deberá controlar absolutamente todo lo
que las personas son: lo que comen, dónde viven, cuántos hijos tienen…
Así que está decidida a fallar en las pruebas para ser hilandera, pero
en su último examen sus dedos resbalan, el telar reacciona a su don… y
la Corporación la identifica.
A partir de ese momento, Adelice dejará de
tener control sobre su vida y pasará a convertirse en un instrumento
más de la omnipresente Corporación. Sin embargo, una vez dentro, el
poder de Adelice irá creciendo mientras aprende a manejar su don y a
decidir en quién confiar, a quién vigilar… y a quién amar.
Mi
opinión:
Hacía
tiempo que vengo escuchado cosas sobre este libro pero por falta de tiempo lo
deje a un lado, ahora que estoy de vacaciones me estoy poniendo al pendiente y
no puedo entender que le vi a “Las tejedoras de destino”. Acepto que tiene una bonita portada y una sinopsis que te engancha, pero ahí queda el atractivo.
En
esta historia futurista, lo que conocemos como la tierra fue sepultada para acabar con las guerras y ahora
existe Arras, una ciudad controlada por La Corporación. Allí no se conoce la
libertad, hay normas para maquillarse, para casarse, para trabajar. Las mujeres
vuelven a ser vistas como objetos, inferiores a los hombres, y solo están aptas
para ciertos trabajos, obligadas a casarse antes de los 18.
Todas
excepto las tejedoras. Estas mujeres tienen el poder excepcional de controlar
la vida, la naturaleza y los objetos, todo tejiendo los hilos de la realidad.
Hay cientos, miles pero no todas son grandes tejedoras, la mayoría son
mediocres y trabajan en cosas banales. En cuento aumenta el cargo jerárquico,
más poder tienen sobre el universo. Se puede controlar la vida, la muerte, el
transporte, la comida, el clima, etc.
Ellas
no se casan. Son la “elite” de las mujeres. Personas casi tan
importantes como los hombres de negocios y los políticos.
Arras,
la ciudad, en si se divide en 4 sectores, donde solo los más ricos pueden
viajar de uno a otro. Adelice no solo es una mujer, si no que vive en el área
de servicios. Ella es una tejedora desde los 8 años, donde descubrió su don de
casualidad. Sus padres siempre la motivaron a ocultarlo porque no estaban de
acuerdo con el gobierno y no querían que alejaran a su hija de ellos.
Si
bien todas las demás chicas se dejan engatusar por la bella imagen que muestran
de las tejedoras, los padres de Ade saben la verdad. Esa vida no es tan
glamurosa ni bella como lo hacen creer. Es una forma de control, una pérdida de
libertad que Ade no sabe si puede superar. Incluso aunque esté amenazada.
Pero
Adelice no es una tejedora normal. Ella puede tejer sin una máquina. Don que
solo tiene una mujer en Arras, Loricel, la Maestra de Crewel, líder de las
tejedoras.
La
historia no me atrapo. Es entretenida, personajes realistas, está bien narrada
y no tiene excesivas descripciones, pero no me fascino.
No
es nada del otro mundo, un poco obvia, un poco sosa, pero sin ser pesada ni
totalmente aburrida. Tediosa en algunos momentos, la verdad es que cual
oportunidad tenia para parar de leer la usaba.
No
sé ni porque lo leí, lo quise dejar en las primeras páginas, no por ser malo
sino por aburrimiento. Uno espera un poco de acción, algún momento de tensión
pero la historia no tiene mucha emoción.
Cuanto
más leía, mas quería dejarlo. Pero ya saben, uno de los defectos del lector es
querer saber cómo termina una historia y como se termina de desarrollar el
nudo… Como el resto del libro, la trama final del libro me dejo sin muchas
sensaciones.
El
libro no está mal, nadie va a negar que sea en cierto modo una trama novedosa y
original, pero me parece que la autora se centró quizás en cosas que, a mí, no
me interesan.
Con
mi desprecio natural hacia los triángulos amorosos, la historia me fue gustando
cada vez menos. Eso sí, incluso yo que los detesto tengo que admitir que no fue
tan malo leerlo en “Las tejedoras de Destino”. Lo que si me gusto es como se
toma el tema del amor en la saga en cuanto a protagonismo. No es empalagoso, e
incluso a veces se deja de lado. Lo único que merece una mención en esta
crítica.
Sigo
pensando que esto de volver al blog después de un tiempo me volvió malvada.
Los
temas principales que toca son la familia, el amor y la libertad. Por suerte,
se nota un grado de madures en la trama y en los personajes, lo que le suma
algunos puntos positivos al libro.
Nada
fuera de lo común. Una historia agradable y original con romance, que no
despertó en mi gran afecto. El final es bueno entre todo, pero me lo había
imaginado como un libro auto concluyente. Una lástima, porque no creo que vaya
a continuar la saga.
¿Si
pase un buen rato leyéndolo? No.
¿Fue
una tortura? No, pero fue tedioso. Siento que perdí mi tiempo.
Puntuación: 6.5/10
La verdad es que tengo ganas de leerlo pero por ahora no creo que lo haga.
ResponderEliminarBesos :)