Reseña: Las tejedoras de Destinos

martes, 26 de noviembre de 2013

Las tejedoras de Destinos (Las tejedoras de Destinos 1) por Gennifer Albin


Inútil. Torpe. Las demás chicas lo susurran a sus es­paldas. Pero la joven de dieciséis años Adelice Lewys tiene un secreto: sus er­rores son intencionados. Dotada de una habilidad fuera de lo común para tejer el tiempo, Adelice es exactamente lo que la Corporación está buscando, y en Arras ser elegida tejedora es lo máximo a lo que una joven puede aspirar. Ser hilandera significa privi­legios, riqueza y belleza eterna. Pero no solo eso, también significa tener la facultad de bordar la esencia de la vida. Pero para ello hay que pagar un precio que Adelice no está dispuesta a asumir, puesto que deberá controlar absoluta­mente todo lo que las personas son: lo que comen, dónde viven, cuántos hijos tienen… Así que está decidida a fallar en las pruebas para ser hilandera, pero en su último examen sus dedos resba­lan, el telar reacciona a su don… y la Corporación la identifica. 
A partir de ese momento, Adelice dejará de tener control sobre su vida y pasará a conver­tirse en un instrumento más de la omnipresente Corporación. Sin embargo, una vez dentro, el poder de Adelice irá creciendo mientras aprende a manejar su don y a decidir en quién confiar, a quién vigilar… y a quién amar.




Mi opinión: 



Hacía tiempo que vengo escuchado cosas sobre este libro pero por falta de tiempo lo deje a un lado, ahora que estoy de vacaciones me estoy poniendo al pendiente y no puedo entender que le vi a “Las tejedoras de destino”. Acepto que tiene una bonita portada y una sinopsis que te engancha, pero ahí queda el atractivo.

En esta historia futurista, lo que conocemos como la tierra fue sepultada para acabar con las guerras y ahora existe Arras, una ciudad controlada por La Corporación. Allí no se conoce la libertad, hay normas para maquillarse, para casarse, para trabajar. Las mujeres vuelven a ser vistas como objetos, inferiores a los hombres, y solo están aptas para ciertos trabajos, obligadas a casarse antes de los 18. 

Todas excepto las tejedoras. Estas mujeres tienen el poder excepcional de controlar la vida, la naturaleza y los objetos, todo tejiendo los hilos de la realidad. Hay cientos, miles pero no todas son grandes tejedoras, la mayoría son mediocres y trabajan en cosas banales. En cuento aumenta el cargo jerárquico, más poder tienen sobre el universo. Se puede controlar la vida, la muerte, el transporte, la comida, el clima, etc.
Ellas no se casan. Son la “elite” de las mujeres. Personas casi tan importantes como los hombres de negocios y los políticos.
Arras, la ciudad, en si se divide en 4 sectores, donde solo los más ricos pueden viajar de uno a otro. Adelice no solo es una mujer, si no que vive en el área de servicios. Ella es una tejedora desde los 8 años, donde descubrió su don de casualidad. Sus padres siempre la motivaron a ocultarlo porque no estaban de acuerdo con el gobierno y no querían que alejaran a su hija de ellos.
Si bien todas las demás chicas se dejan engatusar por la bella imagen que muestran de las tejedoras, los padres de Ade saben la verdad. Esa vida no es tan glamurosa ni bella como lo hacen creer. Es una forma de control, una pérdida de libertad que Ade no sabe si puede superar. Incluso aunque esté amenazada.
Pero Adelice no es una tejedora normal. Ella puede tejer sin una máquina. Don que solo tiene una mujer en Arras, Loricel, la Maestra de Crewel, líder de las tejedoras.

La historia no me atrapo. Es entretenida, personajes realistas, está bien narrada y no tiene excesivas descripciones, pero no me fascino.
No es nada del otro mundo, un poco obvia, un poco sosa, pero sin ser pesada ni totalmente aburrida. Tediosa en algunos momentos, la verdad es que cual oportunidad tenia para parar de leer la usaba.
No sé ni porque lo leí, lo quise dejar en las primeras páginas, no por ser malo sino por aburrimiento. Uno espera un poco de acción, algún momento de tensión pero la historia no tiene mucha emoción.

Cuanto más leía, mas quería dejarlo. Pero ya saben, uno de los defectos del lector es querer saber cómo termina una historia y como se termina de desarrollar el nudo… Como el resto del libro, la trama final del libro me dejo sin muchas sensaciones.
El libro no está mal, nadie va a negar que sea en cierto modo una trama novedosa y original, pero me parece que la autora se centró quizás en cosas que, a mí, no me interesan.

Con mi desprecio natural hacia los triángulos amorosos, la historia me fue gustando cada vez menos. Eso sí, incluso yo que los detesto tengo que admitir que no fue tan malo leerlo en “Las tejedoras de Destino”. Lo que si me gusto es como se toma el tema del amor en la saga en cuanto a protagonismo. No es empalagoso, e incluso a veces se deja de lado. Lo único que merece una mención en esta crítica.
Sigo pensando que esto de volver al blog después de un tiempo me volvió malvada.

Los temas principales que toca son la familia, el amor y la libertad. Por suerte, se nota un grado de madures en la trama y en los personajes, lo que le suma algunos puntos positivos al libro.

Nada fuera de lo común. Una historia agradable y original con romance, que no despertó en mi gran afecto. El final es bueno entre todo, pero me lo había imaginado como un libro auto concluyente. Una lástima, porque no creo que vaya a continuar la saga.
¿Si pase un buen rato leyéndolo? No.
¿Fue una tortura? No, pero fue tedioso. Siento que perdí mi tiempo.

Puntuación: 6.5/10

1 comentario :

  1. La verdad es que tengo ganas de leerlo pero por ahora no creo que lo haga.

    Besos :)

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